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domingo, 6 de diciembre de 2009

Lesiones clinicas de la infección por VPH

Lesiones clínicas


Condilomas (CA)

En la mujer los CA aparecen en la mucosa o piel donde se ha producido el contagio.

La localización primaria se observa en las zonas de mayor fricción durante el coito, (horquilla vulvar, labios mayores y menores), pero las condiciones de humedad del aparato genital femenino y las posibles infecciones asociadas favorecen la propagación al resto de la vulva, periné y área perianal.

El cuello uterino, es la localización menos frecuente de los CA.

Los CA se caracterizan por la presencia de excrecencias carnosas.

En la piel de la vulva y periné suelen ser exofíticos, en general pediculados y papulares, como masas blandas rosadas y vascularizadas, o blanquecinas, secas e hiperqueratósicas o como pápulas pigmentadas.

En ocasiones pueden ser sesiles con múltiples proliferaciones finas y digitiformes, o incluso aplanados.


En las mucosas suelen tener aspecto de lesión hiperplásica, carnosa y húmeda, de coloración rosa o blanca, por la maceración, por las secreciones vecinas o por una infección secundaria concomitante.

En su evolución los CA pueden permanecer indefinidamente con las características
anteriores, involucionar o extenderse de forma progresiva.

En este último caso pueden formar grandes placas infiltradas de aspecto tumoral y mamelonado que llegan incluso a desfigurar la anatomía de la región sobre la que asientan (condilomatosis gigante).


Los condilomas iniciales que aparecen en el introito y cara interna de labios menores, deben diferenciarse de la micropapilomatosis vestibular, no relacionada con el VPH.

El aspecto de esta última es el de pequeñas papilas en forma de digitaciones independientes, con un vaso central regular, superficie lisa y sin tendencia a confluir.

Este aspecto difiere de los CA, cuyas papilas están agrupadas de forma y tamaño variables y con vasos irregulares en tamaño, forma y dirección.


Los CA de cérvix se reconocen por su proliferación epitelial papilar, frecuentemente con asas vasculares que se traslucen en la superficie del epitelio.

Pueden ser únicos o múltiples, aislados o confluentes.

Colposcópicamente pueden semejar un carcinoma invasivo, diferenciándose por sus
vasos de tamaño y distribución regular.

En ocasiones el test de Schiller puede ser útil ya que los CA captan el lugol de manera irregular, mientras que los carcinomas exofíticos son yodo negativos.

En cuanto a la localización los CA suelen ocupar la zona de transformación pero con frecuencia también se observan lesiones satélites en el epitelio escamoso de la portio y ocasionalmente se extienden hacia el canal endocervical.


Los CA anales no siempre están relacionados con el coito anal ya que pueden propagarse a través de secreciones vulvares.

Es imprescindible la exploración anal sistemática para su detección.


Condiloma gigante.

Conocido también como tumor de Busche y Lowenstein, que lo describieron en 1925, se caracteriza por un crecimiento simultáneo endofítico y exofítico, con penetración profunda en los tejidos, simulando invasión.

Es muy poco frecuente. Se localiza en el área genito-anal y también en el pene.


Por PCR se identifica fundamentalmente ADN de tipo 6. La afección ocupa una relación incierta con la enfermedad maligna.

La mayoría de estudios confirman que puede malignizarse, sin embargo, sus similitudes con el carcinoma verrucoso hacen difícil su diferenciación.

Las metástasis son raras, pero su naturaleza infiltrativa y recidivante hace difícil su manejo.

El tratamiento de elección es quirúrgico pero se han descrito también la crioterapia, bleomicina e interferón alfa.

La radioterapia puede precipitar su malignización.